Moltes gràcies, Ot, per aquestes jornades de reflexió que heu organitzat.

Moltes gràcies, alcalde de Castellnou de Bages, per ser avui aquí, per acollir-nos, per fer-nos d’amfitrió.

Y muchas gracias a todas y a todos por estar hoy aquí.

Voy a hacer mi intervención en castellano porque nos siguen muchos compañeros y compañeras del resto de España. Y quiero empezar, después de saludaros, haciendo referencia a la consternación que tenemos los socialistas, todos los ciudadanos de bien, por el ataque terrorista a Israel que ha perpetrado la organización terrorista Hamás.

Consternación por un ataque y solidaridad con las víctimas y los familiares que han sufrido este ataque. Una condena, una vez más, des de nuestro espacio político, sin paliativos, al terrorismo, y una exigencia de un cese inmediato de la violencia indiscriminada contra la población civil.

Yo quería felicitaros a ti, Ot, y a la Joventut Socialista de Catalunya, por esta escuela de formación que organizáis año tras año por estas fechas del mes de octubre, que es también un espacio de reflexión. Y os quiero felicitar porque hacer una escuela de formación implica de entrada una voluntad de mejora. Estar un fin de semana aquí, escuchando a personas como la ministra Raquel Sánchez, la portavoz del Senado, Eva Granados, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, personas como Carlos Prieto, Antonio Balmón, Lluïsa Moret o Filo Cañete tienen hoy la misma ilusión que el primer día.

Esta es la fuerza de las convicciones: a pesar de los años de ejercicio de responsabilidades públicas y después en el partido, tener la misma ilusión.

La voluntad de mejora, escuchando, compartiendo experiencias con compañeros y compañeras de nuestro entorno político.

Implica, además de una voluntad de mejora, también una actitud de humildad. Cuando uno decide formarse, cuando uno decide estar un fin de semana aquí para formarse, implica una actitud de humildad. Es, de alguna forma, reconocer que hay cosas que aprender, que no lo sabemos todo y que no tenemos verdades absolutas.

Voluntad de mejora, actitud de humildad y también es una reafirmación de nuestros principios y valores: la libertad, la igualdad, la fraternidad. Trabajar conjuntamente.

Muchas gracias y enhorabuena por esta escuela de formación que, además, la celebráis, como tú bien decías, en unos tiempos muy intensos, de mucha acción, de mucha actividad.

DE LA REFLEXIÓN A LA ACCIÓN

Venimos de dos ciclos electorales – unas elecciones municipales y autonómicas en buena parte de España el 28 de mayo, unas elecciones generales –, estamos en medio de un proceso de investidura con una primera parte fracasada del señor Feijóo y, además, en un momento de un tono muy intenso, muy cargado. Algunos incluso se empecinan en cargar más el ambiente. Momento de mucha intensidad política, de mucha acción política.

Pues cuanta más acción, cuanta más actividad, más reflexión, más necesaria es la reflexión. Más necesario es estar un fin de semana, escucharse, mejorar, aprender, reconocer que hay cosas que no sabemos.

La reflexión es lo que me provocó a mí la lectura de uno de los mejores ensayos de política que ha llegado a mis manos estos últimos tiempos y que he mencionado en algunas otras ocasiones, que es el ensayo de Raimon Obiols, En Tiempos Extraños, un conjunto de doce apuntes a favor de la política, en defensa de la actividad política.

Pues uno de esos apuntes que recoge Raimon Obiols nos evoca a un pensador del siglo XX que le dio a conocer nuestro querido y admirado Ernest Lluch. Un pensador húngaro, de Budapest, del siglo XX, que formó parte del Gobierno de Imre Nagui, que se llamaba Istvan Bibó, y que teorizó sobre la política y reflexionó sobre la realidad política tan dura de centro-Europa del siglo XX. Y señala al miedo como un factor esencial que lleva – el sembrar miedo, el empujar el miedo – al odio y a la crispación.

El miedo a la ruptura de la nación, el miedo a la ruptura de la patria, qué arma tan poderosa y tan peligrosa. ¡Atención, se rompe España! ¡Cuidado, Catalunya está en peligro! Qué arma tan peligrosa y tan poderosa generar miedo, sembrar tensión, sembrar crispación.

Pues vemos, una vez más hoy, a la derecha de la mano de la ultraderecha. A Feijóo juntito con Abascal para generar miedo, para sembrar crispación. Y siempre – esto no falla – siempre a la contra, siempre destruyendo, incapaces de construir nada bueno.

Pues bien, España somos todos. Los que estamos aquí, los que vivimos en Catalunya, los que viven en el País Vasco, los que viven en Galicia, los que viven en Madrid, los que viven en Andalucía. Todos somos España y todos los españoles votamos el 23 de julio. Todos los que quisimos tuvimos oportunidad de ejercer nuestro derecho al voto. Y dijimos votando, que es como se hace en democracia, un no rotundo. Muy rotundo, por cierto, en Catalunya a un gobierno de la derecha y de la ultraderecha.

Y dijimos sí a una España que es la España real, una España plural y diversa que se reconoce en su pluralidad y en su diversidad. Una España, además, que quiere avanzar, que quiere seguir progresando sin miedo, y a una España, además, dimos sí a que fuera liderada por el presidente Pedro Sánchez.

Pues vamos a pedir respeto a lo que pidieron los ciudadanos el 23 de julio. Que no hace 5 años que votaron, que votaron hace dos meses y algunas semanas. Y vamos a pedir respeto a los procedimientos de nuestras instituciones. Y vamos a pedir respeto al conjunto de españoles.

CINCO MENSAJES ANTE EL MIEDO

El miedo como factor esencial, esa arma tan peligrosa y tan poderosa de “que se rompe la nación, está en peligro la nación”. Ante esto, yo quería compartir con vosotros 5 mensajes:

• El primero es el no tener miedo. No tengáis miedo. No tengamos miedo. Tengamos confianza. Confianza, en primer lugar, en nuestras posibilidades. Sí, somos el mismo país; sí, formamos parte del mismo continente, del mismo espacio compartido que derrotó una pandemia no hace tanto. Sí, somos el mismo país; sí, formamos parte del mismo continente que está haciendo frente a una guerra indecente y sin nombre en Ucrania y también hacemos frente a las consecuencias económicas. Sí; somos ese país que ante lo que algunos decían que nos iba a superar, le hemos hecho frente y lo hemos conseguido vencer o lo estamos venciendo.

Confianza en nuestras posibilidades, en nuestros valores. La democracia, la generación de prosperidad, el Estado del bienestar que nos cohesiona con una sanidad, una educación, un sistema de pensiones, un estado de dependencia.

Sí, confianza en nuestras capacidades como personas, como sociedades, como comunidades. Desde municipios, como Castellnou de Bages, hasta comarcas como el Bages o comunidades y países como Catalunya y como España.

Y sí, confianza en nuestro futuro. No hay que tenerle miedo al futuro.

Y confianza también en nuestras instituciones, las que nos hemos dado, a través de las cuales podemos mejorar las cosas.

No tener miedo. Al contrario, tener confianza. No una confianza ciega, una confianza realista, pero tener confianza.

• Un segundo mensaje, que es que no se rompe nada. Nada se está rompiendo. Ni España se rompe, ni Catalunya se rompe, ni Andalucía, ni el País Vasco. Reconocer la diversidad nos fortalece. Negar la diversidad nos debilita. Respetar la diversidad nos engrandece. Desacreditar o insultar la diversidad nos empequeñece.

Dialogar nos cohesiona y nos ayuda a dibujar un horizonte común. La imposición a través del monólogo nos separa – ¡Ay, los separadores, los de aquí y los de allí! –. La imposición a través del monólogo nos separa, nos aleja y nos distancia.

• Tercer mensaje, avanzar. Hay que avanzar, no hay que quedarse quieto, no hay que pararse y, mucho menos, retroceder, como algunos quieren retroceder a lo que estábamos hace 50 años. Hay que avanzar sin miedo, caminando hacia adelante todos juntos en unos momentos muy complejos.

El canciller de Alemania, Olaf Scholz, se refirió 5 veces en una conferencia en el Bundestag a lo que él llama Zeitenwende, cambio de época. El presidente de la República francesa, Emmanuel Macron, se refirió en su discurso de toma de posesión al torunant historique, al punto de inflexión histórico. Incluso el Papa Francisco estos días en su última cíclica, la Laudate Deum, nos habla de que este mundo que nos acoge se está desmoronando y habla de la emergencia climática que algunos se empeñan en negar contra toda evidencia científica.

Estamos en un momento de cambios importantes, de aceleración de cambios en el mundo, y no nos podemos quedar quietos. No es momento de restar inmóviles y mucho menos de retroceder. Hay que seguir avanzando con políticas – sí – progresistas, con políticas – sí – que generen prosperidad, con políticas – sí – que refuercen la cohesión de las sociedades.

• Cuarto mensaje, hay que hacerlo des de las instituciones, no al margen de las instituciones. Yo sé, Ot, que vuestra organización tiene que dialogar y contrastar proyectos con otras organizaciones juveniles que niegan las instituciones, que actúan al margen de las instituciones cuando no contra las instituciones. Los cambios de verdad, los cambios que permanecen, los cambios que nos hacen mejorar son los cambios que se hacen des de las instituciones.

Por descontado, des de las instituciones del Estado. Des de los gobiernos, en este caso el Gobierno de España. Por eso es tan importante la investidura del presidente Pedro Sánchez. Una investidura de verdad, no como la investidura fake que hemos visto hace bien pocas semanas. Una investidura de verdad.

Por eso también se hacen los cambios des de las instituciones europeas, esas que se han reunido en Granada. ¡Qué timbre de orgullo hemos sentido todos al ver una vez más a nuestro presidente, al presidente Pedro Sánchez, ser perfecto anfitrión del Consejo Europeo que se ha reunido en Granada! Y en materia de inmigración y de otras materias que se han producido.

Instituciones españolas, instituciones europeas e instituciones de las Comunidades Autónomas, los gobiernos de las Comunidades Autónomas. El principio de cogobernanza, hacer las cosas juntos con un principio de lealtad.

Y las instituciones municipales, necesarias para avanzar y que a veces – hablo de lo que conozco aquí, en Catalunya – que quieren ser apartadas, que no son suficientemente escuchadas ni valoradas cuando son las instituciones que están más cerca de los ciudadanos, que mejor conocen los problemas de los ciudadanos, que mejor pueden ayudar a solucionar los problemas de los ciudadanos.

• Y quinto mensaje, hay que hacerlo con políticas útiles. La política útil, que es la política – Antonio, tú eres un ejemplo de ello, Lluïsa o Filo – entendida como servicio público. La política útil es la política que escucha a los ciudadanos, que hace suya la agenda de problemas que los ciudadanos tienen – la vivienda, la seguridad, la generación de prosperidad – y que centra todas sus energías en resolver los problemas y en no crear problemas nuevos y en no generar crispación y en no generar tensión. Y lo hace, además, dispuesta a contrastar proyectos políticos, dispuesta a contrastar enfoques bien sea a nivel municipal, bien sea a nivel autonómico, bien sea a nivel de España.

Y esto hay que hacerlo en España, lo va a hacer en España, el presidente Pedro Sánchez cuando sea investido.

Yo tengo confianza en que todo el mundo va a respetar lo que votaron los ciudadanos el 23 de julio. Que el mensaje es claro, especialmente en Catalunya.

Y tengo confianza en que todo el mundo tendrá el oficio político para articular, des de la política, lo que los ciudadanos nos dijeron des de las urnas el 23 de julio.

Hay que hacerlo desde allí, pero hay que hacerlo también en Catalunya. Efectivamente, en Catalunya.

TENDER LA MANO

Hemos tenido hace dos semanas el Debate de Orientación de Política General y hemos podido expresar los socialistas que Catalunya, como país, no está fallando.

Que hay energía en la sociedad, que hay una voluntad clara de avanzar de la sociedad catalana.

Que hay tenacidad, que hay perseverancia, que hay ideas.

Que hay actividad en todos los ámbitos de la sociedad catalana, sea el ámbito de académico, sea el ámbito cultural, sea el ámbito científico, sea el ámbito empresarial, sea el ámbito del Tercer sector.

Lo que no acaba de funcionar, en fin, lo que no funciona, es el Govern de la Generalitat. El Govern del señor Aragonès. Un gobierno débil, el más débil que tenemos des de la recuperación del autogobierno, y un gobierno que se empeña en ir solo.

Y yo me empeño, nosotros nos empeñamos, en darle la mano, por ejemplo, para hacer frente a la sequía. Vamos a tener unas semanas complicadas en este asunto. Escuchen a los ayuntamientos, pónganse al lado de los ayuntamientos, trabajemos codo con codo con los ayuntamientos y con las diputaciones. En materia de sequía tendemos la mano al gobierno Aragonès.

También en materia de seguridad. Hemos visto estas últimas semanas – no vamos a dramatizar, pero no vamos a dejar de decir las cosas por su nombre – incidentes que nos preocupan. Por eso pedimos un pleno monográfico sobre seguridad para tender la mano, no para hurgar en ninguna herida, no para poner rojo a nadie. Para tender la mano, para analizar conjuntamente, para contrastar los análisis que hacemos, para dar nuestro apoyo a los cuerpos y fuerzas de seguridad, muy en particular a los Mossos de Esquadra – tienen y siempre han tenido nuestro apoyo – y para buscar acuerdos para conjuntamente ayudar a solucionar.

Tendemos la mano a un gobierno débil que se empeña en ir solo. Pues nosotros nos empeñamos en tenderle la mano.

No tenemos ninguna prisa de nada, Ot. Cuando llegue el momento, contrastaremos proyectos políticos y escogerán los ciudadanos y respetaremos siempre lo que digan los ciudadanos. Solo faltaría. Pero hay que hacer las cosas. Catalunya necesita un gobierno que esté a la altura de lo que la ciudadanía reclama.

Y esto, para conseguir que nuestras ideas avancen, que cada vez más ciudadanos y ciudadanas compartan nuestra forma de pensar o escuchen nuestros proyectos, es muy importante la tarea que hacemos des de los partidos políticos.

LA POLÍTICA COMO TAREA COLECTIVA

La política es una tarea colectiva y los partidos políticos son proyectos colectivos organizados. Y es muy importante la tarea que hacemos des de los partidos políticos y la tarea que hacéis en particular des de las juventudes socialistas de Catalunya.

Más de 1.000 militantes en toda Catalunya. Se decía, no hace tanto, que la juventud en Catalunya toda era de una determinada manera de pensar. Pues no.

1.000 militantes. ¿Qué significa ser militante de una organización como la vuestra? Significa un compromiso, un compromiso público que habéis suscrito de poner parte de vuestro tiempo, de vuestra energía y de vuestra capacidad al servicio de un proyecto político, para trabajar organizadamente.

Por lo tanto, siguiendo las directrices de una organización, de una dirección. En vuestro caso, la Comisión Ejecutiva de la Juventud Socialista de Catalunya, generando espacios de debate para que todo el mundo, todo militante, pueda dar su opinión, su criterio, sus ideas. Pero, una vez hecho el debate, fijar una unidad de acción a través de una actuación política organizada territorialmente, sectorialmente, coordinada con nuestra formación política. Y esto es no importante, no necesario, esto es muy importante y es imprescindible para que nuestro proyecto político progrese.

Y, efectivamente, tenéis 1.000 militantes. Esta es vuestra fortaleza, pero también tenéis mucha presencia en distintas instituciones. Porque nuestra organización necesita de la experiencia de Antonio y de la juventud, por ejemplo, de Jan Pomés y de Mario Soler, que son dos senadores recientes. O de Ferran Verdejo, que se sienta en el Congreso de los Diputados. O de David González, que nos acompaña y que se sienta en el Parlament de Catalunya.

Vuestra organización está presente en el Congreso, en el Senado y en el Parlament de Catalunya.

Y en el ámbito municipal, con alcaldes como Gael Rodríguez en Portbou o el mismo Jan Pomés en Cervera. O más de 70 concejales y concejalas de menos de 30 años en los municipios de Catalunya. Debéis de sentir un timbre de orgullo por tener esta representación des de las juventudes en estas instituciones de la mano del Partit dels Socialistes de Catalunya también.

Pero no debéis de confundir nunca que el objetivo no es tener un cargo. El objetivo es servir a la sociedad. Y las responsabilidades institucionales – que no son cargos, son responsabilidades institucionales de las que hay que dar cuenta a la organización y a la ciudadanía – son un instrumento para llevar a cabo un proyecto político, el de la socialdemocracia en Catalunya, en España y en Europa que está, amigos y amigas, más vivo que nunca.