Muy buenos días, amigas y amigos,

Qué orgullo estar aquí, en Euskadi, en la presentación de mi compañero – ¡qué palabra tan bonita la de compañero! Evoca este concepto de fraternidad política, de amistad política – en la presentación de mi compañero y amigo Eneko Andueza.

Muchas gracias, Nora, por tus palabras. También es un placer compartir acto, Patxi, Idoia, Iñaki, Javier, Begoña, con todas y todos vosotros aquí, con los socialistas vascos.

¡Tanto le debemos el conjunto del socialismo español, tanto le debemos al socialismo vasco! Un honor estar aquí hoy con vosotros en un momento importante. Importante para el Partido Socialista de Euskadi, importante para el conjunto de los socialistas españoles, importante para Euskadi. Porque es el arranque estos días del proceso electoral en Euskadi. Y hoy aquí asistimos a la presentación del candidato del Partido Socialista de Euskadi a ser lehendakari de Eneko Andueza.

Ya sabemos una cosa, ya la sabe todo el mundo: el Partido Socialista de Euskadi será decisivo en la conformación del Gobierno Vasco. Será decisivo como lo ha sido en estos últimos años en lo que ocurra en Euskadi.

Y, además, sabemos – fijaros en el nerviosismo y las prisas de algunos otros – que el próximo lehendakari, el tercer lehendakari socialista que tendrá el Gobierno Vasco, va a ser Eneko Andueza.

Un momento importante que me hace ilusión compartir con todas y todos vosotros. Por cierto, un momento importante en una semana, en un día, en que en pocas horas se van a producir en España dos efemérides muy relevantes. Una positiva y otra negativa.

La positiva es la que recuerda, la que celebraremos para recordar aquel momento en el que todos los españoles dimos lo mejor de nosotros mimos. Apartamos las diferencias y nos pusimos de acuerdo. Es el día de la Constitución, esa Constitución que es marco de convivencia entre todos los españoles. En tres días vamos a celebrar esto.

Pero mañana se produce otra efeméride: el quinto aniversario de la no renovación del Consejo General del Poder Judicial. Ese que algunos instrumentalizan, ese que algunos que se dan golpes en el pecho hablando de la Constitución bloquean. Lo bueno y lo malo; lo mejor y lo peor en una semana.

Momento importante para Euskadi, momento también importante con estas dos efemérides.

Pero alcemos un poco la mirada, levantemos la vista y miremos un poco más allá de estos 3 meses que afrontamos aquí en Euskadi, y veamos esos 3 o 4 meses en el recorrido más largo de años en el que se insertan para ver que también estamos en un momento muy importante. Lo reflejabais en el vídeo de presentación de vuestro lema de campaña, “cambiar el guión”.

Unos años de cambio de época. Todas las épocas tienen cambios pero pocas veces asistimos a un cambio de época como hoy.

Un cambio de época en lo geopolítico: una guerra en Europa, en Ucrania; una guerra en Gaza con todas las imágenes terribles, horrorosas, que estamos viendo. Quién lo hubiera dicho. Cambio de época en lo geopolítico, con un eje geopolítico.

Cambio de época en lo económico. 40 años de neoliberalismo que han generado muchísima prosperidad pero que se ha repartido mal. Que ha hecho ricos a los que ya lo eran y no ha llegado a los que necesitan compartir esta prosperidad.

Un cambio de época en lo climático. Estamos viendo estos días la reunión de la COP en Dubái. En Catalunya estamos sufriendo una sequía importantísima, muy mal gestionada, por cierto, por el Govern de la Generalitat. Tanto hablar estos últimos años de no sé qué y tenemos el país sin agua. Estar a lo que no hay que estar lleva a eso, a que lo importante no se aborde y no se haga. Vemos la lentitud con la que a veces tomamos decisiones importantes de cambio climático.

Y un cambio también en lo tecnológico, con la inteligencia artificial. ¿Quién va a decidir a qué se aplica estos avances tecnológicos? ¿Van a servir para mejorar la sanidad? ¿Van a servir para mejorar la educación? ¿O se van a aplicar a controlar la población como están haciendo ahora algunas partes del mundo? ¿O van a estar al servicio de la automatización para recortar derechos de los trabajadores? ¿Cómo vamos a dirigir, quién se encargará de regular estos cambios tecnológicos?

Un cambio de época geopolítico, económico, climático y tecnológico.

¿Y cómo le hacemos frente a eso? ¿Cómo nos enfrentamos a esos cambios para mejorar nuestras condiciones de vida? Pues hay varias actitudes:

• Hay una primera actitud ante las injusticias que vemos, ante las imágenes terribles de guerras que pensábamos que ya no veríamos, de incremento de la desigualdad, de actitudes machistas… hay una primera actitud de inhibición. Esto no tiene solución, me quedo en casa, voy a lo mío. Me lavo las manos. Me inhibo. Es egoísta esta actitud, muy egoísta.
• Hay una segunda actitud que es la de indignarse. ¿Cómo puede ser que ocurra esto? ¿Cómo puede ser que 40 años después estemos todavía en lo de Gaza e Israel como estábamos? ¿Cómo puede ser que vuelva a haber una guerra en Europa? ¿Cómo puede ser que siga habiendo desigualdades? Me indigno mucho, lleno las calles, protesto mucho. Pero, a lo sumo, consigo un diagnostico acertado y no consigo nada. Eso ya ocurrió hace 10 años con ese manifiesto de este intelectual francés, Stéphane Hessel, “Indignaos”. ¿Indignaos para hacer qué, para protestar?
• Y hay una tercera actitud, que es la actitud del compromiso político, del compromiso con unos valores, del compromiso para unir fuerzas con otras personas que comparten estos valores, haciendo proyectos colectivos. No hay nada que se pueda conseguir sin un proyecto colectivo. Y, además, hacerlo organizadamente.

Eso es un partido político: compartir unos valores con unas personas y hacerlo organizadamente.

Y, además, trabajar des de las instituciones. No des de la calle, sino des de las instituciones para poder transformar las cosas.

Y haciéndolo con respeto, no con crispación ni generando insultos. Con respeto para llegar a acuerdos, para buscar aquello que nos une a los ciudadanos.

Y, además para hacer cambios con gradualismo. Que las cosas no se solucionan de un día para otro ni en una semana ni en un mes. Y por eso el compromiso político exige ser mantenido a lo largo del tiempo, porque las grandes cosas se consiguen con tenacidad, paso a paso.

Eso es la política. Este es el compromiso político. Ni inhibirse ni indignarse, comprometerse a solucionar las cosas. Y el mejor ejemplo que ha tenido España de compromiso político lo han dado los socialistas vascos. ¡Lo habéis dado vosotros, a veces jugándoos la vida y a veces perdiéndola! ¡Con tenacidad cuando todo parecía negro! Cuando parecía que las cosas no tenían solución, allí estaba la tenacidad de los socialistas vascos. Cuando parecía que las cosas no se solucionaban, allí estaba la convicción del socialismo vasco.

Por eso la admiración que despierta en el socialismo catalán y en el conjunto del socialismo español la actitud de los socialistas vascos. Y allí están los resultados de ese compromiso político del que sois un ejemplo magnífico. 

¿Quién hubiera dicho hace 20 años que habría paz en Euskadi?

¿Quién hubiera dicho hace 20 años que todo el mundo haría política en Euskadi?

Pero vayamos a acontecimientos más recientes. ¿Quién hubiera dicho hace 2 años que las pensiones en España se revalorizarían un 8,5% con la inflación?

¿Quién hubiera dicho que tendríamos un Ingreso Mínimo Vital o que se subiría el Salario Mínimo Interprofesional?

¿O que la inflación, que parecía que estaba ya en dos dígitos, sería hoy la más baja de los países de la zona euro?

¿O que tendríamos un precio de la energía otra vez bajo control?

¿O que hoy se plantearía el Gobierno de España, liderado por Pedro Sánchez, el pleno empleo cuando veníamos de años de muchos ciudadanos españoles que no encontraban trabajo?

¿O quién hubiera dicho hace tres años, en medio de una pandemia terrible, que la superaríamos y seríamos ejemplo de superación y de vacunación en toda Europa y en todo el mundo?

Y esto es la política y esto es el Partido Socialista de Euskadi. Y esto es Patxi López y esto es Eneko Andueza. Y esto es Pedro Sánchez y esto es el Partido Socialista Obrero Español.

Compromiso político para transformar las cosas.

Compromiso político para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

Compromiso político para estar a lo que hay que estar.

Otros quieren conservarlo todo. No quieren transformar nada y van con nervios. Otros hablan de ruptura y están siempre en la calle y quieren solucionar las cosas en un día en lugar de comprometerse a hacerlo trabajando des de las instituciones.

Otros están en la crispación. Se rompe todo. Se rompe España. Desaparece la nación. Lo oigo en Catalunya cada día. No desaparece nada. Las cosas evolucionan y se transforman y hay que preocuparse de los ciudadanos y de mejorar sus condiciones de vida.

Y nosotros, bajo el liderazgo de Eneko Andueza, a cambiar el guion.

A cambiar el guion para mejorar la sanidad.

A cambiar el guion para mejorar las políticas de vivienda.

A cambiar el guion para mejorar la educación.

A cambiar el guion para mejorar las oportunidades.

A cambiar el guion para hacer efectiva esta España plural y diversa que encuentra en su pluralidad su fortaleza.

¿Qué miedo tienen a que hablemos con otros? Si es que hay que hablar en primer lugar. Eso es lo que hay que hacer: hablar, sobre todo con los que piensan distinto a ti. Hablar para buscar acuerdos o para discrepar cuando no se puede llegar a acuerdos.

Esto es la política, esto es el partido socialista de Esukadi, esto es Eneko Andueza.

Y lo que necesitamos hoy, lo que le conviene hoy a Euskadi, es esto: es política, es compromiso político, es trabajo des de las instituciones, es cambiar el guion, es mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

Conviene estabilidad, convienen instituciones, conviene respeto, convienen acuerdos, conviene una frase que me encantó y que voy a hacer mía con tu permiso, Eneko, que te oí en tu desayuno informativo el otro día en Madrid: “Autogobierno más cogobernanza igual a prosperidad”. Es sencilla, memoricémosla, repitámosla. Autogobierno más cogobernanza igual a prosperidad. Este es el cambio de guion que necesita Euskadi.

Lo que le conviene ahora a Euskadi es esto, es Eneko Andueza.

Y Eneko, al que conozco bien, es determinación. Es una persona con determinación. Es una persona con espíritu de superación, lo atestigua su biografía vital: de menos a más, luchando. La cultura del esfuerzo que tanto caracteriza a los socialistas. Es, sobre todo, claridad y franqueza. Va de cara, se le ve en la mirada. Se le entiende lo que dice. No usa expresiones complicadas. Claridad y franqueza.

Y es reivindicación de sus orígenes, de su forma de ser, de que con el trabajo se puede conseguir todo. ¡Cuánto me gustó la anécdota que contaste el otro día en Madrid recordando, creo que era tu abuela, que fue la primera trabajadora de un hotel de Éibar y estabas tu en uno de esos salones magníficos de algunos hoteles importantes de Madrid y recordabas tus orígenes, recordabas de donde venías! ¡Recordabas cuáles eran tus raíces! ¡Recordabas que no te ha regalado nada nadie! ¡Recordabas que todo lo que tienes te lo has ganado trabajando, con honestidad, mirando hacia adelante! Y decías que eso que has conseguido lo quieres para el conjunto de los ciudadanos del país vasco.

Este es Eneko Andueza.

Y mirad, los socialistas catalanes tenemos una relación muy especial con los socialistas vascos. De admiración. Hemos aprendido mucho. El socialismo catalán ha aprendido mucho del socialismo vasco.

Y quizá quién mejor simboliza este hilo, este cordón umbilical entre la familia socialista vasca y la familia socialista catalana es nuestro querido Ernest Lluch. Vivía la mitad del año en Barcelona, Catalunya, y la otra mitad en San Sebastián. Hace escasos días, como cada año hacemos, hemos recordado su figura con ocasión de los 23 años de su asesinato. Lo hemos hecho en una localidad muy querida por él, donde se refugiaba escuchando su música, escribiendo sus artículos, en Maià de Montcal, en la Garrotxa.

Yo he pensado muchas veces la alegría que hubiese tenido Ernest Lluch de ver la Euskadi de hoy. Una Euskadi en paz. He pensado muchas veces la enorme satisfacción que hubiera tenido Ernest Lluch de constatar la crucial contribución del socialismo vasco a que esto ocurriera. Y estoy seguro de que estaría encantado de verte bien pronto a ti, Eneko, como próximo lehendakari del País Vasco.

Eneko Andueza, todo nuestro apoyo, todo nuestro ánimo, toda nuestra confianza. ¡A trabajar y a ganar!